Hoy en día, algunos de estos lugares aún pueden visitarse, como el cementerio de Monjuich; las Ramblas; el parque del Laberinto; el monumento de Colón o los distintos cafés que aparecen durante la novela. Otros lugares se han visto transformados con el tiempo, como el antiguo Hospital de Santa Cruz, ocupado ahora por varias instituciones; la antigua Facultad de Ciencias Médicas, convertida en sede de la Real Academia de Medicina de Cataluña o el recinto de la Exposición Universal de 1888, ahora Parque de la Ciudadela, que todavía alberga algunos de los edificios originales como el Castillo de los Tres Dragones, el Arco de Triunfo o el Umbráculo.
Por desgracia, el paso del tiempo ha borrado de la faz de la ciudad otros espacios tan singulares como el Sanatorio de Nueva Belén, cuyos terrenos ocupa en la actualidad CosmoCaixa; el hipódromo de Can Tunis; la plaza de toros El Torin, origen de una de las más famosas revueltas de la ciudad; el Teatre Liric; o la temida Cárcel de Amalia.
En la novela aparecen también escenarios surgidos de la imaginación del autor, lugares llenos de magia y misterio. Es misión del lector descubrirlos, si así le apetece.